La crisis económica que está atravesando actualmente el país, es uno de los principales motivos por el cual los diferentes contribuyentes están velando por más por sus intereses que por la contribución de tributos para el Estado, como ser los respectivos impuestos nacionales.
En este sentido el comercio informal es aquel que no se rige por las normativas y leyes relativas a las transacciones de bienes y/o servicios en la sociedad (esto es lo que le da “formalidad” al comercio). En general se aplica al comercio ambulante.
7.1. El Sector Informal en América Latina
A pesar de las diferencias en la medición del tamaño de la informalidad, es indiscutible que el sector informal representa una parte importante en la economía de la región debido a su participación en el mercado laboral. Tomando como referencia los datos de la CEPAL, los países con mayor incidencia del sector informal son Bolivia, Perú, Nicaragua y Ecuador. Mientras, entre aquellos que muestran una economía informal inferior al promedio de la región (48.5%) se encuentran Chile, Costa Rica y Panamá. Mientras, la República Dominicana se encuentra encima del promedio de los países seleccionados de la región, pero por debajo de Bolivia, Perú, Nicaragua, Guatemala, Ecuador, Paraguay y El Salvador. (Ver Gráfico Nº 1).
Gráfico Nº 1
Economía Informal en América Latina
Economía Informal en América Latina
De acuerdo con Freije (2001) “el empleo por cuenta propia es el principal componente de la informalidad, seguido por los trabajadores asalariados que trabajan en pequeñas empresas y los trabajadores del servicio doméstico”, por lo que el autoempleo es la principal actividad de los informales. En lo referente a la incidencia por género existen importantes diferencias entre América Latina y el Caribe, se señala una mayor prevalencia de la informalidad entre los hombres en el Caribe. Mientras, se observa una elevada incidencia de la informalidad entre las mujeres en América Latina, lo que se atribuye de acuerdo con el autor a tres factores, el primero de los cuales es el aumento de la tasa de matriculación femenina, que ha dado lugar a un incremento de la mano de obra femenina.
En segundo lugar, esta tendencia también está ligada a la disminución de los ingresos de los hogares a raíz de las crisis económicas que han dado lugar al incremento de la oferta de mano de obra femenina. Y por último, a que en varios países de la región los puestos de trabajo formal y de alta productividad son escasos, por lo que estas encuentran empleos predominantemente en el sector informal. Es importante destacar la brecha salarial existente entre los hombres y las mujeres en el sector informal. Las mujeres reciben un ingreso inferior al de los hombres a pesar de su mayor nivel educativo. Como señala el estudio, esto obedece fundamentalmente a que los hombres tienden a tener mayor experiencia que las mujeres, por lo que tienden a devengar un mayor salario. A su vez, se observa que el nivel educativo no presenta un efecto significativo sobre los ingresos devengados y que las mujeres tienden a emplearse en ocupaciones de baja productividad.
En el documento, “Informalidad: Escape y Exclusión” (2007) del Banco Mundial se examina el trabajo informal utilizando el conjunto amplio de encuestas de hogares para la mayoría de los países de la región, junto con módulos recientes focalizados en la temática de la informalidad levantados por organismos de estadísticas de Argentina, Bolivia, Colombia, y República Dominicana, en colaboración con ministerios sectoriales y el Banco Mundial. El análisis permite caracterizar a los trabajadores informales, sus motivaciones y sus preferencias por los beneficios y las características no monetarias de los empleos (por ejemplo, accesibilidad, autonomía, estabilidad y movilidad), mediante el examen de sus niveles de remuneración, y de sus propias evaluaciones de bienestar y satisfacción con su trabajo.
Dicho informe también destaca entre las características que guardan mayor relación con el trabajo informal en América Latina y el Caribe se encuentran el tamaño de la empresa, que suele tener 10 empleados o menos y la educación, el nivel educativo es menor a secundaria. A menudo estos operan en los sectores construcción, agricultura, comercio minorista y transporte y la duración en el empleo es de menos de un año. En lo relativo a la edad, los asalariados informales son predominantemente jóvenes, mientras que los trabajadores independientes son en su mayoría personas de mayor edad. Para el caso de las mujeres, están tienden a ser mujeres casadas y con hijos.
En los 11 años del Gobierno del presidente Evo Morales, una década de bonanza económica, el desempleo se redujo del 8 al 4,5 por ciento, pero el empleo informal se disparó a más del 70 por ciento junto con la precariedad e inestabilidad del trabajo.
A pesar que el país recibió por la venta de gas en el periodo 2006-2016, más de 40 mil millones de dólares, con un máximo de 6.674 millones en 2014 y un mínimo de 2.060 millones en 2006, el Ejecutivo no pudo promover políticas de generación de empleo de calidad.
Para el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, el plan de empleos es importante y será respaldado por el sector privado, pero advierte que de ahí a pensar que se estaría solucionando al tema estructural, “ni pensar”.
“En los últimos 11 años se ha acentuado la informalidad y la Bolivia de hace 11 años no tiene nada que ver con la Bolivia de ahora. Hemos tenido un ciclo de ingresos como nunca antes se ha visto, una estabilidad social, política y económica muy raras veces vista y creo que una vez que se ve en un tiempo más largo (como el que tuvimos, con sus altibajos) esa situación debería haber cambiado pero no cambió ni un milímetro”, afirma a ANF.
La Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (Udape) alertó en 2005, que el 62,4 por ciento de la población urbana ocupada era informal, con un empleo de baja productividad y de bajos ingresos.
De acuerdo a los datos del artículo de Economía y Empresa “Economía Informal en Bolivia: Análisis, evaluación y cuantificación en base al enfoque monetario de la demanda de efectivo (periodo 1994-2014) del Dr. Danilo Velasco Valdez, se muestra a continuación la tasa de informalidad en base al Producto Interno Bruto:
Tabla Nº 1
Estimación del Tamaño de la Economía Informal
Estimación del Tamaño de la Economía Informal
FUENTE: ARTÍCULOS–ECONOMÍA Y EMPRESA “ECONOMÍA INFORMAL EN BOLIVIA:
ANÁLISIS, EVALUACIÓN Y CUANTIFICACIÓN EN BASE AL ENFOQUE
MONETARIO DE LA DEMANDA DE EFECTIVO (PERIODO 1994-2014)”, del Dr. Danilo Velasco Valdez
Los resultados hallados indican que la importancia de la economía informal ha ido en descenso los últimos años, situándose en 54% del PIB registrado para 2014. En general, se puede observar una proporción decreciente de informalidad durante los primeros años de la década de los 2000 y principios de los 2010. Como se observa, en 2014 ésta alcanza el valor mínimo del periodo, que fue 54% del PIB. En contraste, el valor máximo es 63% del PIB, registrado en 1994. Estos valores extremos tienen sentido, ya que el periodo 2005 a 2014 considerado una década de crecimiento acelerado (desde 2006), con tasas de crecimiento que fluctúan entre 4% y 6% por año.